sábado, 4 de enero de 2014

Día 2: A dar el siguiente paso...

Cada inicio de año no me escapo de la corriente que descarga en todas las personas y que las obliga a plantearse “propósitos de año nuevo”. Generalmente, tengo en la mira llegar a mucha gente, y fruto de eso es que estoy acá escribiendo de nuevo. Sin embargo, es obligado marcar un rumbo, porque todo en la vida necesita ser planificado. Recuerdo que hace varios años platicaba con un amigo y me decía que él se dejaba llevar por la vida y que estar planificando mucho hacía perder el tiempo y no disfrutar la existencia. En esa ocasión nos enfrascamos en una discusión que terminó sin convencimiento de ninguno de los dos. Hace pocas semanas, en el Facebook leí la publicación de un Pastor al que respeto muchísimo, quien afirmaba que alguien le había dicho que no era bueno planificar ni tener metas, a lo que él respondió: “salí vos a la calle, andá sin rumbo y hay me contás”. Esa réplica me pareció muy acertada, porque cuando nos proponemos algo es necesario que no solo tengamos la idea sino que también marquemos el rumbo que debemos tomar. Para poder llegar a nuestro destino es imprescindible pensar en el camino. Así se cumplen o no los propósitos del nuevo año. Ellos son la meta, el punto al que queremos llegar. Pero el éxito de nuestra empresa dependerá de dos factores fundamentales: 1. El camino que sigamos y 2. La perseverancia que tengamos al transitarlo. Si no tengo clara la ruta, difícilmente voy a poder llegar a donde quiero, y si a pesar de conocer la vía, me canso o me aburro antes de concluirla, terminaré igual o peor que cuando empecé. En la próxima entrada les contaré a detalle qué caminos me tracé y cómo pienso mantenerme en ellos a lo largo del año. Por lo pronto:  haber dado el segundo paso (esta entrada del blog) me obliga a perseverar y mantenerme en el proyecto nuevo… disfruten la vida y sonrían al menos una vez en el día. Eso es invertir en acciones de felicidad!!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario